Todo lo retro está de moda, lo pop vuelve, la nostalgia de tiempos coloridos ya pasados está volviendo. La ropa, los muebles, la decoración vuelve a los años sesenta o setenta. Cada vez son más los que gustan de un estilo desenfadado mezcla de hedonismo y nostalgia. Formas, colores llenos de vida se mezclan, se crean ambientes en apariencia más jóvenes, más despreocupados. Cojines por el suelo, puffs, mesas largas y bajas, un estilo colorista, juvenil, independiente, moderno, preocupado por lo estético.
Podemos recuperar cosas del baúl de las abuelas. Vuelven los empapelados, lilas, rosas. Los muebles de maderas poco barnizados, con metales y plástico para presentar contrastes.
Los empapelados, moquetas, cortinas de abalorios y pedrería; las sillas, sillones ergonómicos, el vidrio, alfombras de pelo largo, colchas, todo muy colorido, con motivos geométricos. Al principio puedes combinar lo actual que ya tienes, con algo de aquellos años, lámparas, ropa de hogar, televisiones, cuadros, ceniceros, etc.
En lo posible se necesitan habitaciones amplias, cocinas integradas; puedes solucionarlo evitando las puertas, colocando puertas corredizas o cortinas, para correrlas en cualquier momento y dejar un solo ambiente amplio.
El mobiliario, sillas, sillones, muy atrevido, dan movimiento al hogar gracias a su forma. Las formas geométricas en la tapicería, ropa de cama, del hogar, cortinas o papeles pintados, han resurgido, combinando círculos, rectángulos, triángulos, con flores y otros elementos sicodélicos, para armar los estampados más frecuentes.
Los colores como verdes, naranjas, fucsias, turquesas, los papeles pintados pasan por todas las gamas, desde marrón hasta ocre, marfiles, salmón. Todo combinado con mucha libertad, buscando los contrastes, no pueden faltar las rayas gruesas horizontales en colores blancos, rojos y azules.
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