Si vives en un piso, dentro de un edificio lleno de vecinos, lo más normal es que no tengas que preocuparte tanto por qué color escoger para la pintura de exterior de tu casa. Lo más normal en estos casos es que sea la junta de vecinos quién tome la decisión, se soliciten varios presupuestos, y finalmente se escoja el color más adecuado (en la mayoría de las ocasiones, de hecho, lo más normal es que se utilice el mismo color que ya tenía el edificio de pisos con anterioridad). No obstante, si vives en un dúplex o en una casa terrera, entonces lo más probable es que sí debas preocuparte. Al igual que ocurre con los tonos que escogemos para nuestra casa interiormente, saber escoger el color exterior más adecuado puede ser de enorme utilidad si cabe, especialmente si tenemos en cuenta que tiende a ser un color que dispondrá de una mayor durabilidad, dado que el presupuesto -y el esfuerzo- en la mayoría de las ocasiones suele ser muchísimo más elevado, especialmente si lo comparamos con lo que supone pintar nuestra casa por dentro. ¿Qué colores para exteriores podemos escoger? Te proponemos algunas ideas y fotos de fachadas útiles.
Color amarillo
¿Te atreverías a pintar de color amarillo el exterior de tu casa? Es un color verdaderamente llamativo, pero que siempre gusta y que, en definitiva, queda bien en la mayoría de las ocasiones.
De hecho, de acuerdo a los diseñadores más profesionales, el color amarillo suele ser sinónimo de casa “feliz”; de casa “alegre” desde el principio. Eso sí, para gustar de verdad, lo fundamental es utilizar un tono amarillo pálido, en lugar de uno muy llamativo. El resultado es una tonalidad alegre.
Azul claro
Ya sea que tu apartamento se encuentre situado cerca del mar, como si se encuentra en un acogedor callejón sin salida, las combinaciones de colores frescos siempre quedan irremediablemente bien.
En esta ocasión nos encontramos con el azul claro y aguamarina profunda, que pueden ayudar a mejorar profundamente los distintos elementos arquitectónicos.
Gris
El gris es otro color de fachada verdaderamente útil y atractivo, ya que es una tonalidad que siempre queda bien. Lo ideal es combinarlo con otras tonalidades de colores en el resto de la decoración, sobre todo para que no sea tan monótono y aburrido.
¿Un ejemplo? Utilizar el color gris para la mayor parte de la fachada, y pintar de color blanco o crema los bordes de las ventanas y algunos elementos decorativos de la fachada.
Gris azulado
Los grises azulados profundos, como por ejemplo el tono o tonalidad que te mostramos en esta ocasión, proporciona una auténtica sensación tan náutica como serena. De hecho, el color azul y el azul marino funcionan muy bien cmo tonos con cualidades relajantes.
Además, se puede complementar muy bien con bordes de color blanco, que ofrecen la posibilidad de que la tonalidad gris azulada resalte mucho más si cabe.
Púrpura
Quizá se trate de una opción de color ciertamente inusual, especialmente como color de pintura para exteriores. Pero, ¿sabías que en realidad se puede convertir en una maravillosa opción? Especialmente para casas más rústicas y antiguas.
Por ejemplo, es perfectamente posible optar por un color púrpura por una sombra con matices grises. Se convierte, de hecho, en una buena opción de hacer que nuestra casa destaque entre la multitud mientras intentamos conservar un rico sentido de la tradición arquitectónica.
Rojo
El rojo tiende a ser uno de los colores comúnmente más utilizados como colores para exteriores en las fachadas. Se trata en una opción verdaderamente útil y atractiva.
Y aunque se convierte en una tonalidad ciertamente audaz, esta tonalidad se las consigue arreglar para lucir elegante. Además, puede combinarse a la perfección con carpintería de color blanca, que proporcione cierta energía a nuestro esquema de colores.
Blanco
El color blanco también puede convertirse en un color de fachada excelente, gracias a que es una tonalidad que proporciona luminosidad y claridad. Además, se trata de una opción simple y sencilla, sobre la que no se requiere demasiado presupuesto.