El estilo minimalista es especial para todos los que gustan de la simplicidad, de la serenidad y de la sobriedad. Pero no es una decoración sin sentimientos, une líneas puras, formas geométricas básicas y colores neutros, en un ambiente con equilibrio y armonía.
Tiene su origen en la década de los 60 en Nueva York, en Estados Unidos, con el movimiento del arte mínimo y geométrico de las artes visuales.
Las decoraciones minimalistas no se preocupan por llenar los espacios, sino porque estén ahí, no molestan las partes vacías, siempre generando calma y paz.
El centro está en las estructuras y nunca en los accesorios. Si hay algo que pueda dar idea de desorden, se elimina, o por lo menos se disimula lo máximo posible.
El blanco y los colores neutros, como el beige, el gris en degradé, son ideales para crear un ambiente de máxima amplitud en cada habitación.
Siempre los muebles se seleccionan por su función y su utilidad, pero no se deja de lado la comodidad, con algunas flores en un jarrón o algunas frutas en un frutero ya alcanzan como accesorios. Si se ponen cuadros deben ser sobrios y no más de uno.
La iluminación es sólo la necesaria, apta para dar calma y tranquilidad.
Cuando se usan textiles no deben ser ni coloridos ni muy trabajados, deben tener colores suaves como el ambiente y pueden jugar con los acabados y las texturas. También se usan telas rústicas color marfil, y texturas como el lino, o lonetas.
La madera es fundamental para los muebles y para los pisos.
Sobretodo en Europa el estilo minimalista se combina con elementos orientales, o escandinavos, y es preferido por los jóvenes.
Originally posted 2010-11-09 00:35:57.