Si la fiesta es para que la disfruten los niños debe seguir las características de Halloween, que meta miedo pero que no sea tan terrorífica. Muy importante es que los niños participen en la decoración, un poco para que se sientan bien y para desmitificarla en algo.
Como la época del año es el otoño y junto con los colores de Halloween, se van a usar el negro, anaranjado, amarillo, ocre, marrón.
Muy importante es decorar la entrada para recibir a los invitados, se pueden colocar unos fantasmas y ponerlos indicando la entrada o colgados en los árboles.
La piñata puede estar colgada simulando una calabaza con una fea cara, o cualquier otro animal alusivo a la fecha.
Para decorar las paredes se pueden hacer siluetas y dibujos que pueden ser hechos por los niños, pero también se puede comprar papeles especiales para Halloween y hay unos vinilos muy hermosos con dibujos de calabazas, esqueletos y otros.
Los gorros parecidos a los de cumpleaños, pero más altos para que parezcan sombreros de brujas, y se les pueden pegar alguna silueta.
La decoración interior es muy fácil de hacer, se preparan globos anaranjados y negros, con distintos motivos, y las guirnaldas pueden ser con aros de los mismos colores, pero también con cintas largas a las que se les puede colgar distintas cabezas, y todo lo que la imaginación diga.
La decoración de la mesa es muy fácil, ya que con los cubiertos y platos descartables, se eligen los colores deseados, el mantel debe seguir la misma línea.
Entre plato y plato se colocan cascarudos, arañas, y otros, que pueden ser de plástico. Las sorpresas van a ser pequeñas víboras, arañas, dientes, etc.
Las masas, mamá las puede hacer simulando cerebros, y otras con baño rojo como sangre y después de tener todo preparado a divertirse.
