Cuando hablamos de mosaico estamos haciendo referencia por definición, a una obra compuesta de rocas, pero debido a que a través de la historia, el arte del mosaico se ha ido desarrollando y adaptando la los materiales de cada época, se llama por extensión mosaico a cualquier obra realizada con pequeñas fracciones de material.
En la actualidad, los mosaicos pueden presentar muchas formas y realizarse con diversos materiales, como cerámicas, azulejos, vidrios o mármol y si bien no goza de la popularidad y auge que supo tener en otros tiempos sigue constituyendo una forma de arte con mucho potencial y un excelente recurso decorativo.
El arte de decorar con mosaicos de vidrio o de mármol, es una forma de decoración muy interesante, tanto para interiores como para exteriores, mediante la cual podemos desde revestir paredes completas, realizar murales, revestir piscinas, fuentes, baños, chimeneas, fachadas o aplicar cenefas entre otras cosas, dado que, por las cualidades de los materiales, son impermeables, resistentes a los cambios de temperaturas, a los agentes químicos, y microorganismos.
El mosaico como forma de decoración, permite desde realizar paisajes o diseños figurativos de cualquier tipo, jugar con formas geométricas, abstractas, texturas o simplemente colores, dependiendo del estilo y gusto del lugar donde se vaya a realizar.
Para realizar un mosaico, podemos recurrir al trabajo de un artista con experiencia, pero también hoy en día podemos adquirir las piezas ya listas para su aplicación, en diferentes materiales, formas y tamaño y poner manos y creatividad a la obra para realizar nosotros mismos un mosaico para decorar alguna parte de nuestra casa.