Cuando alguien está pensando en dejar de fumar pero aún no está seguro de hacerlo, uno de los pretextos es que va a engordar, porque la nicotina y el alquitrán afectan por igual lo físico como lo psicológico.
Dejar de fumar no tiene precio para la salud, por eso todo esfuerzo es poco.
Algunas personas lo logran solos, pero la mayoría necesitan de distintos apoyos.
Lo fundamental es desviar la ansiedad, el estrés, para no comer en forma desmedida y para ello hay alimentos que ayudan en una dieta para dejar de fumar sin engordar.
Se debe comer sentado, masticando bien y despacio, si fuera posible acompañado y charlando en forma distendida.
Hay alimentos para recurrir, cuando se tiene muchas ganas de fumar, son las frutas, verduras, pescado, las ostras aportan zinc que ayuda contra la tensión y el nerviosismo.
Pero las carnes, bebidas alcohólicas, o con cafeínas hay que evitarlos.
Los alimentos de rápida absorción como los hidratos de carbonos, caramelos, chocolates, hay que tener cuidado porque engordan.
Los alimentos se deben acompañar con ejercicios físicos y distintos elementos para ayudar a no encender un cigarrillo.
Hay que beber 1½ litro de agua por día, sopas y caldos descremados, zumos naturales, productos lácteos descremados, como yogures desnatados, quesos descremados, todos ello aportan calcio para los huesos y para los músculos, entre ellos el corazón.
Los huevos aportan vitamina B, que disminuye el estrés.
Los cereales, patatas y legumbres aportan hidratos de carbono pero son de absorción lenta, tienen vitamina B y fibras.
Las verduras y hortalizas, es mejor que las coman crudas en ensaladas.
Las frutas son muy necesarias por ser antioxidantes.
Los frutos secos son una fuente de grasas insaturadas, son antioxidantes y protegen el sistema cardiovascular.
Los aceites de oliva, girasol, maíz y soja, los pueden consumir.